domingo, 12 de enero de 2014

PROYECTOS (Metodo PERT)



Para que un proyecto finalice con éxito es necesario determinar y gestionar de forma eficiente las diferentes etapas que lo componen, de tal manera que el cliente quede satisfecho con los resultados. Todo proyecto se encuentra limitado por los costos, el tiempo de realización y la calidad deseada. Estos tres objetivos están relacionados entre sí, son incompatibles (pues mejorar uno de ellos puede perjudicar a los otros dos) y nos obliga a optimizar los recursos disponibles:
  • Recursos humanos.
  • Materiales y financieros.
  • Tiempos.
Por ello, es imprescindible la utilización de métodos de gestión de proyectos que nos ayuden a planificar las etapas del mismo de tal manera que, teniendo en cuenta las limitaciones impuestas, el resultado sea de total satisfacción para el cliente.

La gestión de proyectos y la planificación de la producción se puede controlar mediante diferentes métodos:
  • Métodos basados en la construcción de redes:
    • PERT: "Program and Evaluation Review Technic", Técnicas de Evaluación y Control de Proyectos, fue utilizado por primera vez en Estados Unidos en 1958 en el proyecto Polaris.
    • Potenciales: creado por Bernard Roy en 1960.
  • Métodos de ordenación y jerarquía:
    • Taylor: aparece en 1880.
    • Kanban: se utiliza por primera vez en Japón en 1960 y en Europa a partir de 1980.
  • Métodos mixtos:
    • GANTT: desarrollado por Henry Gantt, es utilizado a partir de 1918. Representa cada tarea de un proyecto mediante una barra horizontal de longitud proporcional a su duración, mostrando las fechas de comienzo y finalización de las tareas.
Todos estos métodos tienen sus ventajas e inconvenientes dependiendo del proyecto que se desee gestionar. No son excluyentes. De hecho, en muchas ocasiones, se utilizan dos de ellos para facilitar la representación de los diferentes procesos.



La gestión de un proyecto se puede dividir en tres fases:
1. Concepción y organización del proyecto: en esta fase, conceptual, se formula el problema que se ha de resolver determinando las tareas que lo componen, los responsables de las mismas, los tiempos y recursos con los que contamos.

2. Planificación y presupuesto: utilizando alguno de los métodos señalados anteriormente se realiza la planificación del proyecto y se determina, con la mayor precisión posible, las relaciones entre las diferentes tareas, el coste de los trabajos previstos y las necesidades de mano de obra.


3. Seguimiento y ajustes: una vez que el proyecto se ha puesto en marcha, es necesario realizar una vigilancia continua del mismo para detectar las desviaciones producidas y realizar los ajustes necesarios.